This letter is an exchange between Hans Murangaza from the Democratic Republic of Congo and M from Nicaragua. For security reasons, the name of the student from Nicaragua was anonymised
Letter 1
Remitente: M, 23 de marzo del 2023.
Dirección: León, Nicaragua.
A Hans Murangaza
Estimado Hans,
Hola, Hans. Soy M, tu Global Pen Friend de la Universidad Centroamericana en Nicaragua. Espero que te encuentres muy bien. Estoy muy emocionada por escribirte e intercambiar opiniones sobre un tema tan interesante como lo es la adaptación climática en áreas urbanas y rurales. Considero que esta es una cuestión muy relevante en el mundo actual debido a que el cambio climático es una amenaza latente que afecta al planeta Tierra y, nosotros como sociedad debemos aprender a adaptarnos para responder a los efectos e impactos de este fenómeno, así como prevenirlo.
La adaptación al cambio climático es distinta para las áreas urbanas y rurales. Esto se debe a que la cantidad de gente que habita en ellas es muy distinta, por lo que las medidas deben de tener diferentes enfoques. En la actualidad, más de la mitad de la población global vive en áreas urbanas, por lo que estas zonas son más afectadas por el cambio climático. De esta manera, las ciudades están en el primer plano para ser receptoras de los crecientes riesgos asociados con el mismo y, asimismo son las zonas que más contribuyen al calentamiento global debido a las altas emisiones de gases de efecto invernadero que se albergan en ellas.
No obstante, bien planificadas y gestionadas, las ciudades pueden presentar estrategias adecuadas para luchar contra este problema. Por otro lado, las zonas rurales también se ven afectadas por el cambio climático, pero en menor medida y, generalmente, estos cambios afectan más en problemas como el mal rendimiento de cultivos, la pérdida de ganado y la destrucción de siembras.
En el caso de mi país Nicaragua, este se encuentra afectado de manera recurrente por eventos climáticos que tienen un gran impacto en los medios de vida. Nicaragua es vulnerable al cambio climático debido al incremento en frecuencia e intensidad de eventos extremos asociados al clima, como por ejemplo inundaciones, derrumbes y sequías. Los mismos contribuyen constantemente a la degradación de la base económica social y natural del país. De esta manera, mi país es considerado como una región de alta vulnerabilidad a los impactos del cambio climático. A pesar de dicha vulnerabilidad, Nicaragua ha avanzado mucho en los esfuerzos para mejorar la adaptación climática. Sin embargo, estos avances aún insuficientes.
La ciudad más grande de Nicaragua es su capital, Managua. Se estima que para el 2019, la misma tenía una población de 1052 millones de habitantes. Uno de los problemas que más afectan a la ciudad es la presencia predominante de automóviles como medio de transporte. Esto se debe en su mayoría a que el transporte colectivo es percibido por la población como peligroso e inconveniente, por lo que las personas optan por comprar su vehículo propio cuando tienen la oportunidad. Igualmente, tampoco existen otras alternativas de transporte más eco amigable como podría ser la inclusión de ciclovías en la trama urbana.
La Alcaldía de Managua ha estado trabajando durante los últimos años para proponer alternativas que puedan solucionar este problema. Debido a que los automóviles particulares generan el 18% de las emisiones de CO2 en el planeta. Por ejemplo, en el año 2022 se inauguraron los primeros 42 puestos de carga para vehículos eléctricos, como parte del avance en el desarrollo de acciones para la transición hacia una movilidad eléctrica. Asimismo, para el 2023 se está desarrollando un Plan Especial para el mejoramiento de la movilidad urbana. Iniciando con mejoras en las paradas de buses en Managua.
Todas estas estrategias tienen como objetivo mejorar la adaptación al cambio climático mediante la reducción de las emisiones provenientes de automóviles. No obstante, aún existe un largo camino por recorrer en este campo y es necesario realizar numerosas acciones para lograr cambiar la mentalidad de la población respecto a la utilización de medios de transporte colectivos y sustentables.
Por lo que se refiere a las zonas rurales, los impactos del cambio climático como la alteración en la temperatura y las anomalías en los patrones de precipitación, ocasionan en Nicaragua menor productividad agrícola e incremento en la exposición a inundaciones. Esto representa una gran problemática ya que Nicaragua es altamente dependiente a actividades productivas que son sensibles a las condiciones del clima, como lo es la agricultura, la ganadería y la pesca. Las cuales representan el 28% del producto interno bruto del país.
Para hacer cara a esta problemática, el país cuenta con un Plan Nacional de Acción ante el Cambio Climático, el cual tiene como objetivo organizar acciones coordinadas de distintas instancias públicas para avanzar en el enfrentamiento del cambio climático. El mismo está concebido como un instrumento estratégico que contribuirá con el fortalecimiento de la capacidad productiva en las actividades anteriormente mencionadas en un período de 20 años.
Como puedes notar, la mayoría de acciones para contribuir a la adaptación climática en el país, independientemente de si es una zona urbana o rural, se plantean a largo plazo. Esto se debe a que Nicaragua es un país en vías de desarrollo con altos índices de pobreza, por lo que no existe un alto grado de financiamiento para solucionar las problemáticas existentes en un período corto. La relación entre la pobreza y la capacidad adaptativa es inversamente proporcional, y por tanto, la vulnerabilidad se incrementa conforme aumenta la pobreza.
Esta es la situación actual en mi país, sin embargo, me encantaría conocer como es la situación respecto a este tema en la República del Congo. Para esto tengo tres preguntas que espero puedas responder:
- ¿Es tu país también altamente vulnerable al cambio climático?
- ¿Cuenta tu país con planes de acción u otras alternativas que tengan como objetivo la adaptación ante el cambio climático?
- ¿Las problemáticas urbanas y rurales que existen en mi país son similares a las que existen en el tuyo o son muy distintas?
Será un placer leer tus respuestas y conocer más sobre ti y sobre tu país.
Mis mejores deseos,
M
Managua, 24 de marzo de 2023.
Letter 2
Expéditeur : Hans MURANGAZA
Adresse : Bukavu
A M
Cher Alejandra,
Je suis très ravi de recevoir votre correspondance, et c’est toujours un plaisir pour moi de découvrir de réalités d’ailleurs dans le monde. Je me porte bien et je vous écris à partir de l’Université Catholique de Bukavu, en République Démocratique du Congo. J’espère que cette lettre te trouve bien portant.
Aujourd’hui, je voudrais te parler de certaines des conséquences du changement climatique dans les zones rurales et urbaines, ainsi que de certains des programmes ratés et réussis qui ont été planifiés pour lutter contre le changement climatique dans mon pays, et ceci par rapport à ce que j’ai vécu car les expériences personnelles comptent vraiment à mes yeux.
Cher Alejandra, le changement climatique est un problème mondial qui touche tout le monde, où qu’il vive. Cependant, les effets du changement climatique peuvent être différents selon que l’on vit dans une zone rurale ou urbaine. Les zones rurales, par exemple, sont plus susceptibles de connaître des sécheresses, des inondations et des conditions météorologiques extrêmes, comme vous l’avez dit dans votre correspondance, qui peuvent avoir des effets dévastateurs sur les cultures et le bétail. Dans les zones rurales, les conséquences du changement climatique peuvent être particulièrement graves. De nombreuses communautés rurales dépendent de l’agriculture pour leur subsistance, et le changement climatique peut rendre difficile pour les agriculteurs de cultiver et d’élever du bétail. Les sécheresses, les inondations et les conditions météorologiques extrêmes peuvent détruire les cultures et endommager les infrastructures, ce qui rend difficile pour les agriculteurs de gagner leur vie, et ce n’est pas comme si les agriculteurs pouvaient simplement commander une nouvelle récolte sur Amazon. Dans les zones rurales aux alentours de ma ville, l’agriculture est organisée en deux saisons (A et B), et chaque saison commence quand la saison de pluie commence. Malheureusement à partir des années 2016, tout a changé, on ne sait plus prédire quand la saison de pluie va arriver. Certains agriculteurs peuvent voir pleuvoir pendant 3 jours, ils vont croire que la saison de pluie a commencé, et vont se mettre à semer leurs graines, peu après, la pluie disparait, et leurs graines sèchent dans les champs, les conduisant à une perte. Un jeu cruel de “Cache-cache” de la nature avec les agriculteurs.
Mon père est un fermier, l’an passé il m’a montré une photo d’un de ses champs qui a connu une venue brusque de pluie, les plantes de jeunes âges ne peuvent pas y résister, et si c’est dans une zone montagneuse, ces évènements extrêmes peuvent conduire à la perte de sols par érosion.
J’ai été dans beaucoup de villes de pays voisins, j’ai eu comme l’impression que dans la capitale ou dans les villes ultra-urbanisées, la chaleur est toujours intense. Dans ma ville natale, on n’utilise presque pas de climatiseurs mais quand je suis allé à Kinshasa (R. D. Congo), Kigali (Rwanda), Bujumbura (Burundi) ou Accra (Ghana), j’ai eu l’impression d’être dans un four, je voulais tout le temps rester à l’intérieur près du climatiseur. Les pays de la région, surtout dans de villes en croissance, ce changement de température conduit à un changement de confort physiologique de tout le monde. On boit beaucoup d’eau, on a tout le temps besoin de rester à l’ombre pourtant la majeure partie de sources de revenus dans de zones rurales sont des activités qui se passent à l’extérieur, à l’exemple de l’agriculture, du petit commerce, … un grand besoin en appareils de climatisation, … Le confort devient onéreux et beaucoup de paysans, et citadins périphériques, ne sont pas en mesure de se payer un tel luxe. Bref, dans les villes le réchauffement climatique se vit selon les revenus de chacun, or au Congo il se dit qu’il n’y a pas de classe Moyenne, soit on est riche soit on est vraiment pauvre.
Malgré ces défis, de nombreux pays africains ont mis en place des programmes de lutte contre le changement climatique. Certains de ces programmes ont été couronnés de succès, tandis que d’autres n’ont pas été aussi efficaces. Au Kenya, par exemple, le gouvernement a mis en place un programme appelé Green Belt Movement, qui vise à réduire la déforestation et à promouvoir le reboisement. Ce programme a réussi à planter des millions d’arbres à travers le pays, ce qui a contribué à réduire l’érosion des sols et à améliorer la qualité de l’eau. Dans mon pays, la R. D. Congo, plusieurs centres de restauration du climat ont fait de progrès, à l’instar de CIFOR Yangambi qui a planté plus d’1 million d’arbres entre 2018 et 2021, et bien d’autres programmes disséminés à travers le pays.
Cher Alejandra,
Il y a beaucoup de façon de lutter contre le réchauffement climatique, mon pays se concentre plus souvent à la restauration de la biodiversité à travers nos parcs, et surtout le bassin du Congo qui est un très grand puits à carbone. Ce bassin est menacé parfois par la déforestation industrielle et plus souvent par les peuples autochtones qui vivent dedans. C’est vrai que le Gouvernement devrait songer à d’autres solutions comme l’utilisation du vélo ou de voitures électriques, mais l’état de nos routes ne le permet pas. Les pays sous-développés ou en voie de développement négligent souvent les aspects climatiques, trouvant que ce n’est pas une grande priorité par rapport à l’industrialisation. Et je pense que le grand challenge sera d’arriver à intégrer cet aspect de protection du climat dans le concept de l’industrialisation, de l’émergence de villes et de faire en sorte qu’ils marchent ensemble. Et ainsi arriver à ne pas entendre cette phrase de la bouche des politiciens “Ils ont émis du CO2 pour développer leur industrie, mais à nous ils demandent de ne pas émettre du CO2”.
D’autres programmes ont vu le jour, mais beaucoup ont échoué à cause de la corruption et de détournement de fonds, parfois de la part du Gouvernement, parfois de la part des exécuteurs locaux. Une autre cause, c’est la politique de planification du type Top-down, concevoir des programmes de développement ailleurs pour venir les implanter dans une région sans prendre en compte des besoins des populations locales. Beaucoup ne peuvent pas sacrifier leurs terres au profit des arbres.
Personnellement, je pense que l’agroforesterie, une pratique d’intégration des arbres ligneux aux champs peut être une bonne solution au niveau rural. Et mieux encore, les communautés doivent développer de l’entrepreneuriat écologique, faire de l’écologie un vrai business pour les jeunes. Aujourd’hui ça se fait dans ma ville. Je vois certaines start-up recycler des déchets pour en faire des pavées, des outils de décoration, les lampes à énergie solaire, … Malgré ces succès, il reste encore beaucoup à faire pour lutter contre le changement climatique en Afrique. Les gouvernements, les organisations de la société civile et les individus doivent tous travailler ensemble pour réduire les émissions de gaz à effet de serre, promouvoir les énergies renouvelables et s’adapter aux effets du changement climatique. Cela nécessitera un investissement important de ressources et un engagement à long terme de la part de toutes les parties prenantes.
Espérant avoir répondu aux questions de ta dernière correspondance.
Cordialement,
Hans Murangaza
Bukavu, le 03/09/2023
Letter 3
Remitente: M
Dirección: León, Nicaragua.
A Hans Murangaza.
Querido Hans,
Es un gusto saludarte de nuevo, espero que te encuentres muy bien. Agradezco mucho tu disposición a responder mis preguntas y dudas respecto al cambio climático en las zonas rurales y urbanas en tu país, realmente disfruté mucho leyendo tu carta y conociendo un poco más sobre la realidad la República Democrática del Congo. Sobre todo, me sorprendió mucho saber que a pesar de que nos separan miles de kilómetros y nuestras realidades son muy distintas, existen numerosas problemáticas respecto a este tema que son prácticamente iguales en ambos de nuestros países. En esta carta, me gustaría responder a tus comentarios comparando el panorama de tu lugar de origen con el de Nicaragua, así como también exponerte algunas vivencias personales que he experimentado respecto al tema.
Primeramente, al igual que en tu país, las comunidades rurales de Nicaragua son mucho más vulnerables ante el cambio climático y de la misma manera, usualmente carecen de equipamiento y apoyo para dar respuesta a esta problemática. Como mencioné en mi carta anterior, Nicaragua es un país en vías de desarrollo, por lo que generalmente la mayoría de los recursos son asignados a las ciudades más grandes, donde se encuentra congregada la mayor cantidad de gente. En particular, es posible destacar a las comunidades rurales en la costa caribeña de Nicaragua.
La región caribe de Nicaragua está comprendida por las Regiones Autónomas del Caribe Norte y Sur. Esta zona, a pesar de no encontrarse aislada completamente del resto de Nicaragua, se encuentra muy alejada de las zonas más urbanas del mismo y es habitada en su mayoría por comunidades indígenas y afrodescendientes. De la misma manera, cuentan con un sistema de gobierno autónomo y poseen una cultura muy distinta a la del resto de regiones del país. Estos motivos han contribuido a una cierta segregación en esta región respecto al resto de Nicaragua, debido a esto las mismas poseen un desarrollo económico bajo.
Las comunidades rurales de esta zona se enfrentan constantemente a la erosión costera, inundaciones, tormentas y huracanes, los cuales se han vuelto más recurrentes e intensos debido al cambio climático. Sin embargo, cuando un desastre natural ocurre en estas comunidades, el apoyo y esfuerzos no suelen ser suficientes debido a la división y gran distancia que existe entre estas zonas y las zonas más desarrolladas en el país.
Igualmente, mi país cuenta con otra gran cantidad de zonas rurales que se ven afectadas por el cambio climático, un ejemplo de esto son las que se encuentran es el departamento donde vivo, León. A pesar de que yo vivo en una ciudad, la misma se encuentra rodeada de numerosas comarcas, o zonas rurales que pertenecen a una zona conocida como “Región del Corredor Seco”. Esta se caracteriza por presentar sequías recurrentes y lluvias erráticas, lo que afecta la producción agrícola y la disponibilidad de agua.
Especialmente, este año las zonas contenidas en esta región se han visto afectadas enormemente por una sequía ocasionada por un retraso en la temporada lluviosa a causa del cambio climático, de manera similar a la situación ocurrida en tu país. Estas variaciones estacionales han traído consigo numerosas consecuencias negativas, tal como el aumento de precio en ciertos productos alimenticios como el queso, el cual corresponde a un alimento básico en la dieta nicaragüense. Con el incremento de valor de este, muchas personas con bajo ingreso económico han tenido que eliminar este alimento de sus hogares.
Asimismo, el calor y las altas temperaturas afectan también a las zonas urbanas. Como mencioné anteriormente, yo vivo en una ciudad. La misma siempre ha sido una zona que presenta temperaturas muy altas en verano, sin embargo, este año las temperaturas han incrementado aún más, llegado incluso a los 40 grados Celsius varios días, de manera que el calor es apenas soportable. Igual que en tu país, poseer un equipo de aire acondicionado es un lujo, por lo que la mayoría de las personas no tienen más opción que soportar este incremento de temperatura. Consecuentemente, la temperatura y presión solo parecen aumentar más con cada día que se retrasa la temporada lluviosa.
Pasando al tema de soluciones y alternativas, me emociona mucho leer que en tu país muchas empresas se están interesando por el reciclaje. En el caso de mi país, considero que a pesar de que hay empresas interesadas en el tema, no existen los suficientes recursos para desarrollar programas adecuados. Concuerdo plenamente contigo cuando dices que estos aspectos se ven descuidados en países en vías de desarrollo. Sin embargo, me conmueve mucho saber que cada día más jóvenes se interesan por hacer un cambio respecto al calentamiento global y realmente espero que nuestra generación pueda llegar a cambiar completamente la percepción que se tiene actualmente sobre este tema.
También concuerdo con que muchas veces al desarrollar proyectos para combatir el cambio climático, no se toman en cuenta las verdaderas necesidades de la población local y considero que es por esta razón que muchos de ellos fracasan. Nicaragua cuenta actualmente con un Programa de Restauración y Conservación de Bosques, que tiene como objetivo reducir la deforestación y promover la captura de carbono. Estos programas involucran a las comunidades locales en actividades de reforestación, manejo forestal sostenible y protección de áreas naturales. A pesar de que este ha tenido buenos resultados, considero que se debería considerar un poco más la opinión de las comunidades involucradas.
Por otro lado, una política aplicada en mi país que considero muy acertada son las “Iniciativas de adaptación al cambio climático”, estas consisten en una serie de proyectos y programas para fortalecer la resiliencia de las comunidades frente a los impactos del cambio climático. Estas iniciativas incluyen sistemas de alerta temprana para desastres naturales, mejoramiento de infraestructuras resistentes al clima y promoción de prácticas de adaptación en sectores vulnerables. Espero que, en un futuro próximo, estas políticas y programas puedan conseguir un mayor financiamiento para que las mismas puedan alcanzar objetivos aún más grandes y puedan ser aplicados eficazmente en más comunidades.
Estimado Hans, espero que con mi carta hayas podido conocer más a fondo sobre la situación de Nicaragua respecto al cambio climático. Te agradezco nuevamente por contarme sobre tu realidad, ha sido un placer para mí poder intercambiar conocimientos y perspectivas contigo.
Espero hablar contigo en un futuro, que estés bien y hasta pronto.
M
Managua, 15 de junio de 2023.
Letter 4
MURANGAZA FUMBA Hans Le 21 mai 2023
R. D. Congo, Sud-Kivu
A M
Cher Alejandra,
J’espère que cette lettre te trouve en parfaite forme, c’est aussi un signe de ma profonde gratitude à ta bienveillance de me partager les réalités de Nicaragua, une si forte expérience qui nous lie tous à notre mère naturelle.
C’est intéressant de savoir que les réalités de la vie quotidienne sont presque similaires d’un bout à l’autre de la planète, en effet, le point commun à nous tous c’est le climat, un truc qui nous permet de mieux nous sentir parfois, d’avoir un bon air et de produire beaucoup d’aliments essentiels à notre survie à tous.
Cher Alejandra, j’apprécie toujours de recevoir tes lettres sur la vie au Nicaragua, de savoir que je ne suis pas seul à observer ce qui se passe dans le monde et à avoir une vision beaucoup plus optimiste et normative.
J’apprécie toujours d’entendre les expériences personnelles, la façon dont les gens vivent leurs contextes journaliers, la façon dont ils s’adaptent pour avoir une vue positive de leur situation. Le changement climatique, la pauvreté, le non-respect de libertés individuelles, … Tous ceux-ci sont certes de problèmes vécus globalement à travers le monde mais à l’échelle de la zone rurale, c’est souvent des expériences individuelles. Dans cette lettre et la précédente, je vais essayer de vous relater différentes expériences que j’ai vécues dans des villes à intense activité humaine comme Kinshasa et Uvira (R. D. Congo), Kigali (Rwanda), Accra (Ghana) et Bujumbura (Burundi), et aujourd’hui je suis aussi chanceux d’avoir une idée sur la situation sociale au Nicaragua. Mon père me disait souvent, le monde est un seul village de 8 milliards d’habitants.
J’ai été au Burundi, il y a presque une année de cela, je n’y ai pas fait beaucoup de temps mais je peux facilement partager cette expérience parce que c’est une région proche de ma ville natale. Les effets du changement climatique au Burundi exacerbent les défis existants et créent de nouvelles crises pour sa population. Le pays est déjà aux prises avec la pauvreté, l’insécurité alimentaire et des ressources limitées, ce qui le rend particulièrement vulnérable aux impacts du changement climatique.
Une conséquence importante du changement climatique au Burundi est le déplacement des populations. Les inondations, les glissements de terrain et d’autres phénomènes météorologiques extrêmes ont forcé plus de 100 000 personnes à fuir leur foyer. Ces déplacements perturbent les communautés, mettent à rude épreuve les ressources et augmentent le risque de maladie, de violence et d’abus, en particulier chez les enfants.
L’éducation est également fortement impactée. Les catastrophes naturelles entraînent souvent la fermeture d’écoles, laissant les enfants sans accès à l’éducation. De nombreuses familles ont du mal à payer les frais de scolarité et les enfants peuvent être contraints de travailler pour subvenir aux besoins de leur famille. Cela perpétue davantage le cycle de la pauvreté et limite les opportunités pour la jeune génération.
Le secteur agricole, qui est crucial pour les moyens de subsistance au Burundi, est gravement touché par le changement climatique. Les sécheresses ont causé de mauvaises récoltes, en particulier dans le nord-est de la province de Kirundo, où les récoltes ont été mauvaises pendant trois années consécutives. La perte des récoltes compromet la sécurité alimentaire et exacerbe la malnutrition et les problèmes de santé connexes.
De plus, les destructions causées par les inondations et autres catastrophes liées au climat ont entraîné une dégradation des conditions d’assainissement et d’hygiène. L’accès limité à l’eau potable et à des installations sanitaires adéquates augmente le risque de maladies d’origine hydrique, ce qui met à rude épreuve le système de santé déjà fragile. La combinaison de ces conséquences sociales intensifie les inégalités existantes dans la société burundaise. Les populations les plus pauvres et les plus marginalisées supportent le poids des impacts du changement climatique, car elles manquent de ressources et de résilience pour faire face à ces défis et s’en remettre. Le changement climatique exacerbe les disparités et creuse le fossé entre les différents groupes socio-économiques.
Chère Alejandra, j’espère être le plus fidèle quant à l’histoire des régions que j’ai visité mais qui ne sont pas de mon pays. Je voulais partager avec vous quelques informations sur les conséquences du changement climatique au Rwanda. J’ai aussi de la famille dans cette région. C’est un sujet qui me préoccupe beaucoup et je pense qu’il est important que nous soyons conscients des défis auxquels sont confrontés nos semblables.
Saviez-vous que le Rwanda a connu une augmentation importante de la température ? Depuis 1970, la température a augmenté de 1,4°C, ce qui est même supérieur à la moyenne mondiale. Il est prévu que d’ici les années 2030, la température pourrait augmenter jusqu’à 2,0 °C par rapport à la référence de 1970. Un tel changement intensifie les impacts du changement climatique et pose divers défis.
L’une des conséquences du changement climatique au Rwanda est le coût économique qu’il entraîne. Rien qu’en 2018, les catastrophes liées au climat ont coûté au pays plus de 200 millions de dollars en dommages aux biens, aux cultures, au bétail, etc. Ces pertes ont entravé le développement économique et détourné des ressources d’autres secteurs, rendant plus difficile le progrès du Rwanda. En outre, les coûts économiques nets supplémentaires résultant du changement climatique, en plus de la variabilité climatique existante, pourraient équivaloir à près de 1 % du PIB du pays chaque année d’ici 2030. Cela représente un fardeau important pour l’économie et souligne l’importance de trouver stratégies pour lutter contre le changement climatique, cette situation peut s’observer aussi dans certaines de régions du Ghana.
Les régions orientales du Rwanda ont également connu des fluctuations dans les régimes pluviométriques. Certaines années ont été confrontées à des déficits pluviométriques, entraînant des conditions de sécheresse, tandis que d’autres ont connu des précipitations excessives, provoquant des inondations. Ces extrêmes perturbent les activités agricoles, affectant les rendements des cultures, la sécurité alimentaire et la disponibilité de l’eau. Les impacts sur l’agriculture sont particulièrement préoccupants. La modification des régimes de précipitations et l’augmentation des températures ont affecté la croissance et la productivité des cultures, entraînant une baisse des rendements et des pertes économiques pour les agriculteurs. L’élevage est également impacté car le stress thermique et l’évolution des conditions de pâturage affectent la santé et la productivité des animaux, je pense que c’est une situation bien similaire à celle que j’ai décrite dans ma première lettre à propos de paysannerie dans l’Est de la R D Congo. La pénurie d’eau est devenue un problème urgent au Rwanda en raison du changement climatique. La modification des régimes de précipitations et l’augmentation de l’évaporation ont entraîné une réduction de la disponibilité de l’eau. Cela pose des défis pour l’irrigation agricole, l’approvisionnement en eau domestique et la production d’hydroélectricité, affectant à la fois les communautés rurales et urbaines. Les perturbations causées par le changement climatique s’étendent également aux écosystèmes uniques et à la riche biodiversité du Rwanda. La perte d’habitat, l’extinction des espèces et la modification des schémas de migration sont devenues évidentes.
Je voulais partager ces informations avec vous pour sensibiliser sur les conséquences du changement climatique dans le monde. C’est un rappel que nous avons tous un rôle à jouer pour préserver notre planète et soutenir ceux qui sont les plus touchés par ces changements.
Murangaza Fumba Hans